¿Cada cuánto se cambia el líquido refrigerante del coche?

Os contábamos en un artículo anterior qué es el líquido refrigerante de nuestro coche y qué misión tiene para el buen funcionamiento del mismo. 

Sois muchos los que nos preguntáis cada cuánto se cambia el liquido refrigerante del coche, una pregunta que vamos a responder hoy en esta entrega de nuestro blog.

Teniendo en cuenta que el líquido refrigerante es fundamental para el mantenimiento adecuado del motor de nuestro coche, haciendo que se alargue su vida útil y evitando que se produzcan averías graves, es importante saber cada cuanto tiempo debemos cambiarlo.

¿Cada cuántos kilómetros se cambia el anticongelante?

En el manual de nuestro coche, en el que aparecen las pautas del fabricante para el correcto mantenimiento del coche, es habitual que nos diga cuando cambiar el líquido refrigerante. 

Nuestra experiencia nos dice que cada dos años o cada 35.000 o máximo unos 40.000 kilómetros es preciso cambiar el anticongelante del coche, asegurándonos así de que mantiene sus propiedades intactas.

En Automoción Hermanos Ramírez insistimos siempre en que realicéis una revisión anual del coche a los 25.000 o 30.000 kilómetros y así se puede comprobar que el líquido refrigerante está en perfecto estado, algo que dependerá en gran medida del tipo de anticongelante que lleve vuestro coche.

Existen en el mercado distintos tipos de líquido refrigerante y es fundamental que en vuestro taller de confianza os asesoren sobre el que mejor le va a ir a vuestro coche por el uso que hacéis del mismo o por el lugar en el que vivís, teniendo siempre en cuenta que tarde o temprano hay que sustituir el líquido.

¿Qué pasa si no cambio el líquido refrigerante de mi coche?

El uso del coche y el paso del tiempo son los dos enemigos del refrigerante de nuestro coche, ya que le hacen perder sus propiedades, algo que, si no se cuida, puede hacer que tengamos una avería muy grave en nuestro vehículo.

Si no se cambia el anticongelante del coche cuando recomienda el fabricante o en el tiempo estimado por los profesionales podemos llegar a tener un nivel bajo e insuficiente que hará que el motor se sobrecaliente, alcanzando temperaturas inadecuadas que lo podrían dañar.

Si no seguimos la recomendaciones de cuando hay que cambiar el líquido refrigerante podemos sufrir consecuencias como no poder arrancar el coche porque se hayan congelado ciertas piezas, averías en el circuito de refrigeración o un aumento de la temperatura del motor que provoque averías muy graves.